Monday, April 24, 2006

En el día del Libro


Ni la noche ni el silencio
ni el vacío del alma
son capaces de turbarme.

Nada podrá quitarme
esa calma esa paz
ese murmullo de hojas.

Nada comparable
a ese amor silencioso
de la cita diaria con el libro

Con sus páginas abiertas
como abrazos.
No hay soledad con el libro
amante de papel.

4 Comments:

Blogger Topacio said...

Bonito poema. Una profesora mía siempre nos decía que un libro se convierte en un amigo.

Anatema, te voy a dejar aquí la misma explicación que le di a Noa en respuesta a tu comentario. Seguramente no debí subir ese tanka en estas fechas o en ningunas. Estoy de acuerdo contigo: quemar libros es un disparate. Yo conservo casi todos los que han pasado por mis manos, incluso los tediosos que me dieron guerra. Simplemente era una simbolización. Quizá recordando una escena que me gustó mucho en la película Leaving Las Vegas con la música que la acompañaba: Nicolas Cage quemaba documentos, fotos, recuerdos, cogía su coche y se iba a quemar su salud, su vida, bebiendo en las Vegas.

¡Saludos!

2:30 PM  
Blogger Maria said...

Inspiraste-te muito bem. Está lindo!
BEIJOS e muitos cravos neste dia tão especial para nós aqui em Portugal.

3:10 PM  
Blogger Noa- said...

Preciosas palabras, sentimientos que comparto.

Saludos

4:25 PM  
Blogger @Igna-Nachodenoche said...

Realidades aplastantes, las letras se convierten en arte, y llenan nuestros vacios.
Un abrazo.

6:15 PM  

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