Thursday, November 16, 2006

Clotilde sentada en un sofá 1910
Joaquín Sorolla

A veces es la luz
suspendida de un rayo de sol
que me abrasa
como fuego candente.

A veces son dedos,
guías supremas del artista
los que me llevan lejos,
más allá de lo que puedo alcanzar.

A veces es el precio del deseo,
como la obra de arte,
mientras no interfiere el precio.

6 Comments:

Blogger A moonclad reflection said...

Hola, Anatema.
Ultimamente te has vuelto como un fantasma de niebla y luz que deja estos hermosos regalos colgados la oscuridad...para que lo recojamos con nuestros ojos y te dejemos a cambio una sonrisa...yo tmb te dejo un beso.

1:39 AM  
Blogger Noa- said...

Y siempre el arte relacionando manos, dedos y sentimiento.

Saludos

3:09 PM  
Blogger Joaquim Amândio Santos said...

a paleta de corers do corpo suplanta o espectro do arco-íris!

3:47 PM  
Blogger @Igna-Nachodenoche said...

A veces el deseo
no tiene precio
más nos abrasa,
como fuego.

Un abrazo.

5:54 PM  
Anonymous Anonymous said...

Lo más valioso es lo que tenemos delante y no vemos....como la pintura de Sorolla y tus letras ;)
chao

12:10 PM  
Blogger Rubens da Cunha said...

Olá Anatema,
obrigado pela visita ao Casa de Paragens e por suas reflexões bastante oportunas. é um mundo fascinante este da net, é provável que a gente jamais se veja pessoalmente, mas a palavra escrita nos une.
volte sempre ao Casa de Paragens.

abraços do sul do Brasil
Rubens

10:46 PM  

Post a Comment

<< Home

Visite mi web: http://www.conchapelayo.cjb.net