Monday, February 19, 2007



Era duro como el diamante

cristalino y puro como río pirenaico.

Era trémulo como mies madura

liviano ligero como caricia.

Era volcánico, arrasador

todo lo envolvia.

Era, era, era...

y fue aventado como brizna quemada.

2 Comments:

Blogger Talín said...

Me gustan esos finales. No del todo felices. Le dan un toque 'blasfemo' al poema

8:53 PM  
Blogger Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) said...

Los finales tienen siempre un tinte dramático, pero se puede comenzar de nuevo.

1:01 PM  

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