Tanto que decir
y sin decir...

tantos sentimientos
sin sentido...

tanto por llegar
y sin venir...

tantos pétalos marchitos
tantos...

tanta vida por vivir
tanta...

"Al brillar un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos:
¡Tan corto es el vivir!

La gloria y el amor tras que corremos,
sombras de un sueño son que perseguimos:
¡Despertar es morir!

Gustavo Adolfo Becquer

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Tan corto es el vivir

en aras de este sueño febril que me atormenta.

Si despertar es morir, a cada instante muero

mientras dure ese fulgor.

El tuyo.

Y ya que el tiempo
camina inexorable
por vericuetos epidérmicos,
ruínas del pasado,

es tiempo de explorar
belicosas gestas
que el hombre plantea
al exhibir sus huellas.

Es como ráfaga de viento
llega y se aposenta
alivia o hiere

como boca o dientes.
Es tibia ligereza
es pesadumbre

punzante. Es esto
atenazante
aquí, junto a mi.

Es esta sensación
aparente que aparece...
Desaparece.

Es esto indefinible.

Silencio:
ni los perros
ni los gatos
ni el kikiriki del gallo.

Sólo el silencio,
y la nostalgia.
Empedernida.
Sólo yo.

Se deja el corazón viviendo
amando acaso,
sobre una puerta,
musitando.

Se deja el corazón
sobre la corteza de un árbol,
con flecha atravesado,
muriendo.

Se deja la vida
en el empeño
empeñados acaso
sin vivir, muriendo un poco,

cada instante muriendo.

Puedo ser Diosa
o bestal
bestia tal vez.

Puedo ser viento
ululando entre los álamos.
vendaval tal vez.
Ola de mar.

Puedo ser cantero
derretir la piedra
fuego hiriente.

Puedo ser guerra,
Bush,
la madre de todas las batallas.
Puedo, puedo, puedo...

mas, si corre la sangre
lloran los niños
mueren las madres...

reniego reniego reniego.